Cristian Bobadilla, director de la Escuela de Ingeniería en Recursos Naturales de la Universidad Católica del Maule entregó diversas recomendaciones para prevenir los incendios forestales e hizo hincapié en que la mayoría se producen por obra de las personas.
El verano del 2017 es recordado por el desastre que generaron los incendios forestales en diversas partes del país, siendo el sector de Santa Olga, en la Región del Maule, el más afectado, donde aproximadamente 1200 viviendas quedaron completamente calcinadas por la furia de las llamas, dejando a toda la localidad, perteneciente a la comuna de Constitución, damnificadas.
Cinco años más tarde, la reconstrucción es una realidad, pero el miedo a que algo similar pueda volver a ocurrir sigue latente en las personas que se vieron afectadas por los voraces incendios forestales de aquel año.
Ante ello, Cristian Bobadilla, director de la Escuela de Ingeniería en Recursos Naturales, de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales (FACAF) de la Universidad Católica del Maule (UCM), explicó los principales factores de cómo se producen los incendios forestales.
“Para que se produzca un incendio forestal se deben dar las condiciones de presencia de combustible a temperatura de ignición, distribuido en el territorio de forma relativamente continua, alta temperatura, baja humedad ambiental y oxígeno”, dijo.
De igual forma, complementó que la mayoría de estos siniestros que destruyen miles de hectáreas de fauna silvestre y árboles nativos, se inician por descuidos de las mismas personas.
“En Chile el 99,7% de los incendios forestales tienen su origen en las acciones humanas, ya sea por descuidos, negligencia en el uso de las fuentes de calor, prácticas agrícolas e intencionalidad, de esta forma la responsabilidad de las personas en los inicios es casi total”, aseveró el académico.
Recomendaciones
Con el objetivo de evitar los incendios forestales que tanto dañan a los animales silvestres, y a la naturaleza en general, el experto de la Universidad Católica del Maule entregó diversos consejos para evitar catástrofes como la ocurrida en 2017.
Se debe evitar las fuentes de ignición de cualquier tipo, manejar el combustible en el territorio, evitar eliminar basura en el área utilizando la práctica de la ‘quema controlada’”, recomendó Bobadilla.
En cuanto a lo que se proyecta para el periodo 2022-2023, el director de la Escuela de Ingeniería en Recursos Naturales mencionó que: “Las estadísticas muestran que no han disminuido las ocurrencias de incendios desde el mega incendio del 2017, ni tampoco la superficie afectada hasta la fecha. De acuerdo a lo informado por CONAF, la superficie total afectada asciende a 125.339 hectáreas, es decir, 3,5 veces la superficie afectada en el periodo 2020-2021”, sostuvo.