Hemos tratado de construir sobre cimientos sólidos, una sociedad que promueva alcanzar los acuerdos necesarios para mejorar las condiciones de vida de la población, definir las propuestas de futuro para la República, disponer de una nueva carta de navegación que delimite facultades y permita una mejor y sana convivencia; hemos entregado nuestras opiniones sobre el pasado que es historia imborrable para la nación y tratamos de cohabitar en armonía en un mundo nuevo que viaja a velocidad luz transformando todo si permitirnos el aprecio de alcanzar a degustar las innovaciones que nos ofrece la ciencia y la tecnología en una sociedad digitalizada.
Este nuevo siglo nos ha impresionado, a todos, sin excepción; siglo del conocimiento y de las información instantánea, de las redes versátiles de internet, de fibra óptica, microondas y una serie de nuevas opciones y posibilidades en todo ámbito del quehacer humano; viajes y traslados cada vez más rápidos y eficientes, modernización de la sociología al investigar la constante evolución humana, experimentación con las funciones de nuestro cerebro, su anatomía y capacidades, descubrir modelos de interacción entre personas, convivencia como comunidad organizada, planificar estrategias de comunicación que nos permita desarrollar el encuentro con el próximo Quisiéramos desarrollar la telemática, la neurociencia, la mejor manera de diagnosticar y atender a pacientes con enfermedades desconocidas, habilitar bases de datos que respondan a los requerimientos de una sociedad demandante y conflictiva; entonces ciencia y tecnología debe ser una prioridad en la formación escolar regular y más aún, en la formación profesional de jóvenes, quienes serán la próxima generaciones que sostendrá sobre sus capacidades el nuevo orden que está ocurriendo a nuestro alrededor.
Debemos dar una vuelta al pasado para descubrir la dedicación y exhaustividad de aquellos científicos que sustentaron el desarrollo y crecimiento de un planeta dado en gracia para transformarlo.
Hoy, para muchos, es válido el uso de la tecnología como algo cotidiano y sin mayor complicación; más, debemos reconocer el tránsito arduo y tedioso recorrido para diagnosticar la realidad y proponer nuevas definiciones innovadoras que den cuenta del avance sostenido en cada área del pensamiento humana: Reconstruir la filosofía, el arte clásico, sin dejar de mencionar que física, biología y química son una herramienta adecuada para comprender cada reino que visualizamos en el mundo real. Reino, animal, vegetal y mineral que dan sustento a la vida sobre este planeta.
Despleguemos todas y cada una de las habilidades y destrezas que posee nuestro ser, de manera de adaptarnos a cada innovación de la ciencia y la tecnología.
PROFESOR MARCELO SEPULVEDA