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Cecilia Campos, nutricionista de la Dirección General Estudiantil, de la Universidad
Católica del Maule, entregó diversas recomendaciones para poder cumplir con todas las
obligaciones del día a día de la mejor forma, considerando las altas temperaturas.
Llega noviembre y muchas personas desempolvan los trajes de baños y poleras
para capear el calor de la mejor manera, sin embargo, algunos se ven abrumados ante las
altas temperaturas y buscan alternativas para poder desarrollarse en sus quehaceres
diarios de la mejor manera posible.
Ante ello, Cecilia Campos, nutricionista de la Dirección General Estudiantil (DGE) de la
Universidad Católica del Maule (UCM) llamó a priorizar la hidratación para desempeñarse
en las distintas actividades del día a día de la forma más productiva.
“La hidratación tiene un rol fundamental en la salud del día a día, puesto a que nuestro
cuerpo siempre está expuesto a la deshidratación e inclusive más aún si nos exponemos a
altas temperaturas o si desarrollamos algún tipo de deporte. La hidratación es un hábito
que debe estar como parte esencial de nuestro diario vivir, puesto que cuando sentimos la
sensación de sed, esto significa que estamos al menos deshidratados en un 5 al 10%. Por
ende, la ingesta de agua debería ser de forma constante, sin llegar a sentir sed”, explicó la
experta de la UCM.
Y agregó: “El desempeño está muy ligado con una buena ingesta de líquidos, esto es
debido a que nuestra función cerebral requiere de agua para poder tener una mayor
capacidad de concentración”.
Campos indicó que para las personas que realizan deporte o actividad física, se requiere
de agua para el desarrollo de los músculos y para evitar fatigas, calambres y perdida de
musculatura, sin embargo, es igual de relevante para una persona esté en actividad
sedentaria.
“Nuestros órganos requieren de manera fundamental la ingesta del agua, quien más lo
reciente y lo hace notar es el riñón. Una manera fácil de poder observarlo es poniendo
atención en el color y olor de la orina, si está más concentrada en su color y olor, nos
quiere decir que nos falta beber más líquidos, de esta manera nuestros riñones podrían
filtrar las toxinas de mejor forma”, aseguró.
¿Dos litros diarios?
Uno de los consejos más recurrentes es que las personas deben beber por lo menos dos
litros de agua al día, sin embargo, la nutricionista de la UCM aclaró que se trata de una
recomendación general, sin considerar el rango etario, patologías o desempeño en
actividades físicas. “Debemos tener en cuenta, que esta recomendación no incluye si
realizamos algún tipo de deporte o si estamos expuestos a altas temperaturas, por lo cual
con estos factores la ingesta de agua puede verse aumentada”, sostuvo.

“La cantidad de agua por persona es súper variable, dependerá de si tiene alguna
patología, por ejemplo, tipo de actividad física, tiempo de exposición al sol o altas
temperaturas, tipo de trabajo (si es más bien sedentario o de esfuerzo físico). A modo
general la ingesta de agua debiera ser de 30 ml por kg de peso (realizando una actividad
física de bajo impacto como movilidad solamente y sin exposición a altas temperaturas),
de lo contrario solo podemos llegar a ingerir inclusive un litro de agua solo durante el
ejercicio, sin contabilizar el resto del día, llegando inclusive a una ingesta de 3 litros
diarios. Siempre y cuando podamos visualizar que hay una buena pérdida de agua según
lo ingerido, a través de sudor, orina o deposiciones”, complementó Cecilia.
Alimentación adecuada
Junto con la hidratación, la alimentación es fundamental para poder afrontar las altas
temperaturas de la primavera y verano sin sentir cansancio o fatiga.
“Durante todo el año las recomendaciones son tener buena ingesta de frutas y verduras,
pero principalmente en temporada de primavera/verano estas recomendaciones las
escuchamos mucho más seguido, debido a que nuestros requerimientos de líquidos van
aumentando y este tipo de alimentos son mucho más ricos en agua”, dijo Campos.
Debido a lo anterior aconsejó distribuir las frutas durante el día como colaciones, batidos
y jugos naturales, entre otras preparaciones. Mientras que con las verduras hizo hincapié
en que no solo deben estar presentes durante el almuerzo, sino que se debe “comenzar a
incorporarlas en un sándwich del desayuno o de hora de once”.
En tanto a los alimentos que se deben evitar durante esta fecha son los ricos en grasas,
porque “harán que la demanda de agua aumente, cosa que no siempre realizamos, por lo
que idealmente se debiesen evitar alimentos ricos en sal o en grasas, ya que, si no existe
la ingesta adecuada de frutas, verduras y/o agua podemos vernos envueltos en un período
de deshidratación”.
Finalmente hizo un llamado a preferir los alimentos “menos procesados, de esta manera
disminuimos la ingesta de sodio y podemos preferir mayor ingesta de líquidos”, sentenció.


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